Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha sentido la llamada a la transformación. Un anhelo profundo, una inquietud que lo empuja más allá de la comodidad de lo conocido. En todas las tradiciones espirituales este camino se ha descrito como el viaje del héroe, un proceso iniciático donde se atraviesan pruebas, se enfrenta el caos y finalmente se accede a una nueva dimensión del ser.
En el Tantra, este viaje no es una lucha, sino una rendición. Es el arte de entregarse al flujo de la existencia, sin resistencia, sin miedo. La Odisea del Ser es en esencia un viaje tántrico: un descenso al corazón de la experiencia para renacer en una nueva consciencia.