Desde que somos niños nos enseñan que hay un solo camino para ser hombres. Nos dicen cómo debemos vestir, hablar, comportarnos, y sobre todo cómo debemos desear y amar. Nos construyen una armadura hecha de normas de “deberías”, de etiquetas que muchas veces no nos representan.
Si te sientes diferente, si te expresas diferente y tu deseo no sigue las reglas impuestas la coraza se vuelve asfixiante. Entonces, inconsciente comenzamos a tensar el cuerpo, a controlar la voz y a esconder lo que sentimos por miedo al juicio, al rechazo, o a la soledad.
Un retiro de Tantra para hombres es el refugio donde puedes dejar la armadura en el suelo. Un espacio libre de juicios donde lo único que importa es quién eres realmente.
Muchos hombres viven con una sensación constante de lucha: luchar por ser aceptados, por ser respetados, por no tener que justificar quiénes son. Es una batalla silenciosa que desgasta, que tensa los músculos, que cierra el pecho y endurece el rostro.
El Tantra nos enseña que el cuerpo guarda memorias, que cada tensión es una emoción no expresada, que cada rigidez es un miedo que nos contaron. Y que todo eso puede liberarse.
En nuestros retiros te enseñamos a soltar la lucha, a respirar sin miedo, a moverte sin restricciones, y a sentirte pleno en tu piel sin tener que encajar en ningún molde, y todo ello desde el placer y la comprensión.
Durante siglos el placer ha sido controlado, normado y reprimido. Nos ha dicho que solo hay una forma “correcta” de experimentarlo, que solo ciertos cuerpos, ciertos géneros, ciertas relaciones pueden habitarlo libremente. Pero el Tantra nos recuerda algo poderoso: el placer es tuyo, es tu derecho, es tu camino hacia la libertad.
No se trata de cumplir expectativas sino de explorar tu energía sin culpa. Tampoco se trata de encajar sino de descubrir qué se siente al ser tú sin restricciones.
A través de prácticas de respiración, tacto consciente y conexión, aprendes a sentirte cómodo en tu piel, a expresarte como necesitas en lugar de como te enseñaron, desde la autenticidad, sin miedo, sin tabúes, sin vergüenza.
Se trata de salir del Retiro siendo más tú, sintiéndote más libre, más conectado con tu cuerpo, con tu deseo, con tu verdad. Más dueño de tu placer, de tu energía, y de tu vida. Porque un hombre auténtico no es aquel que sigue las reglas impuestas, sino aquel que se permite ser sin miedo, sin culpa, sin disculpas.
Si sientes que esta llamada es para ti no lo dudes, es hora de soltar la armadura, de abrazar tu verdad y de sentir la libertad de ser quien realmente eres.
Te esperamos.



